La joven estudiante volverá a hacer creer a sus padres que no dejará todo a última hora y empezará a estudiar desde el primer día.

Elisa Céspedes, de 29 años, lleva más de diez años estudiando Administración y Dirección de Empresas y arrastra asignaturas de primer, segundo y tercer curso, pero a pesar de sus malos registros estudiantiles, la chica insiste en hacer pensar a su familia que este año será el definitivo y tomará apuntes y estudiará desde el primer día.

La ilusión es lo último que se pierde

Si hay una frase que se repite año tras año en la universidad es «este año estudiaré desde el primer día», pero en el caso de Elisa es algo que se ha repetido durante más tiempo del permitido. Desde que empezará ADE a los 18 años, la joven lo ha repetido cuatrimestre tras cuatrimestre, pero más allá de la larga lista de suspensos que arrastra y que casi tenga más años que la rectora, la joven se resigna a dejar la carrera y sigue haciendo pensar a sus padres que cada año será el definitivo.

«Lo cerca que estoy de los bares, las fiestas, la cafetería…todo son impedimentos, pero bueno, este año sí, este año no caeré en la tentación de faltar a clase. O eso intentaré», explicaba la joven.

Los padres no pierden la esperanza

Los familiares de Elisa llevan muchos años esperando a que su «pequeña» acabe la carrera, pero aunque hayan pasado once años y ésta aún esté en tercero de carrera, sus padres siguen creyendo en sus posibilidades y en que éste año tendrá más suerte que los últimos años.

«Ella siempre nos dice que estudia todo lo que puede, siempre llega a las tantas de la biblioteca, y eso que sus amigos siempre la están intentando liar para irse a echar cervezas», comenta el padre. «Lo único que le pedimos es vivir para verla graduado, que ya estamos mayores», añade.