Uno de los taxistas que convocó la huelga en Zaragoza contra la actividad de las empresas de licencias VTC, como Uber o Cabify ha descubierto que su hijo quiere ser uno de ellos.

Con 45 años, José María Hernández tiene que hacerse cargo de un hijo de doce años que ha confesado a su familia que de mayor quiere ser conductor de Uber. La noticia ha causado tanto revuelo en el núcleo familiar que su padre ya no lo reconoce como hijo y el resto de su familia ya no le habla.

Una familia rota

La familia Hernández es una de las más históricas del mundo del taxi en Aragón, de ahí que la decepción sea mayor. La noticia que relaciona al pequeño de los Hernández quiera ser conductor de Uber ha caído como una losa, y esto ha hecho que el chico tenga que buscarse la vida con tan solo doce años y cinco meses de edad.

“Soy todavía muy pequeño, pero quiero ser conductor de Uber o de Cabify en Zaragoza, Madrid o en Abu Dhabim”, declaraba el pequeño de los Hernández. ”Además, tampoco es para ponerse así, con seis años decía que quería ser Batman y no dijeron nada”, apostillaba.

Los taxistas apoyan a Jose María

Tras lo sucedido, todos los taxistas han parado y han tocado el claxón durante un minuto en señal de apoyo a este pobre padre de familia. El hecho de tener un hijo que quiera entrar en el mundo Uber está considerado una auténtica ofensa en este setor laboral.

“No quiero ni imaginarme por lo que estará pasando este hombre, me toca a mí y no sé que haría”, comentaba un compañero de trabajo. “Mi hijo me dice algo así y no entra en casa”, añadía otro taxista.