Las pulseras de los festivales de música perduran en las muñecas de los jóvenes durante años, algo parecido a lo que ocurre con la pulsera Superdiversion del Parque de Atracciones.
Da acceso a montarse en todas las atracciones del parque y es sinónimo, como su nombre indica, de una jornada de diversión inigualable. Como la que vivió Alejandro Ramírez el 12 de Agosto de 2007, un dia que el joven se niega a olvidar.
Ya no se lee nada de lo que pone en la pulsera
Ni el logo, ni la fecha, ni el codigo de barras. Nada se puede distinguir ya de lo que un día puso en la pulsera. «No es su valor material, eso está claro, sino por lo que significa para mi y los recuerdos que me trae», comentaba Alejandro en el vídeo que ha subido a YouTube cortándose la pulsera. «Recuerdo cómo montamos en el Ramsés, en el Revolution, las risas en la subida del Moncayo… Cortar esta pulsera es como cortar con mi infancia», añadía.
La piel bajo la pulsera lleva 10 años sin ver la luz del sol
«Siempre me gusta ponerme las pulseras apretadas, para que no se muevan de arriba a abajo, así que la piel que hay debajo no ha visto la luz desde hace años», confesaba Ramírez. Las pulseras, fabricadas en un tipo de plástico impermeable y flexible, se ajustan al tamaño de la muñeca de cada usuario. «Con esta pulsera he ido a bodas, de viaje… Me la pusieron con 10 años y creo que ahora, a los 20, ya es un buen momento para dar el paso», concluye Alejandro entre lágrimas instantes antes de dar el tijeretazo y de que el vídeo, como su infancia, acaben.
