Un antiguo trabajador de AUZSA admite que existe un convenio entre la empresa y el Colegio de Fisioterapeutas de Aragón

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Un antiguo trabajador de AUZSA admite que existe un convenio entre la empresa y el Colegio de Fisioterapeutas de Aragón

Un autobusero retirado desvela que el motivo de su conducción agresiva se debe a un acuerdo entre AUZSA y el Colegio.

El motivo por el que los algunos conductores de autobuses de Zaragoza manejan de un modo tan brusco y acelerado está resuelto, y es que un conductor anónimo que ya no ejerce ha declarado que, desde hace años, la empresa Avanza Zaragoza y el Colegio de Fisioterapeutas de Aragón tienen acordado que los primeros conducen por encima de lo que marca la DGT causando problemas en los pasajeros enviándolos a rehabilitación y estos no pagan el transporte público.

Ahora todo tiene sentido

Bajo las iniciales J.D.R., este conductor retirado ha hecho público uno de los secretos mejor guardados de la historia de AUZSA: ¿Por qué conducen así los autobuses? Y es que durante años, cientos de miles de pasajeros han sufrido contracturas, dolores de espalda, roturas de cadera o se han quedado atrapados por las puertas motivadas por las prisas y la violenta conducción de estos. Pero ahora se ha desvelado que todo se debe un acuerdo con el Un antiguo trabajador de AUZSA admite que existe un convenio entre la empresa y el Colegio de Fisioterapeutas de Aragón.

“Nosotros hacíamos todo el trabajo sucio para que ellos tuvieran más clientes y así nos veíamos beneficiadas ambas partes”, admitía J.D.R. “Ellos trabajan y nosotros no les cobrábamos o les reservábamos los mejores asientos del autobús”, explicaba.

J.D.R., arrepentido

La culpa y las noches de insomnio que causaban las pesadillas por todo los daños causados han obligado a este exconductor decir su verdad, aunque eso le éste causando problemas a su familia y esté recibiendo amenazas.

“Nosotros solo recibíamos órdenes de arriba”, declaraba éste. “Todos éramos conscientes de lo que nos jugábamos si no íbamos a más velocidad de la permitida o dejábamos escapar algún bache”, apostillaba entre lágrimas.

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