La escultura de la campesina dormida se ha despertado después de más cincuenta años, se ha sentado en la cama, ha abierto los ojos y cuando pensaba levantarse ha pedido que le dejen dormir un poco más.

La Siesta, así es como se llama esta estatua creada por Enrique Galcerá en 1963, representa a una campesina descansando en un pedestal. La joven se ha quejado a los peatones y a los conductores de todo el ruido que montan, que así es imposible pegar ojo.

“Dadme 5 minutos más y un poco de fuet”, lo que pidió la escultura al despertarse

Desde el 63 llevaba la joven durmiendo y durante los 54 años que llevaba descansado, la muchacha no había comido absolutamente nada, de ahí que se despertara con ganas de comer. Según los testigos, la estatua, entre quejidos por el ruido, pidió que le dejaran dormir un rato más y que le trajeran algo para calmar su apetito.

“Venía de comprar y llevaba un par de barras de fuet y le di una” declaraba una testigo. “Después de comer arropé, le di un beso en la frente y se volvió a dormir”, explicaba.

Científicos ven posible que vuelva a despertarse

La Universidad de Cuarte advierte a la ciudad de que es posible que se vuelva a despertar una segunda vez, pero en vez de con sueño y un poco de gula, con mucha más hambre y una sed infinita, poniendo en peligro los víveres de los ciudadanos de la capital maña y haciendo factible una sequía del río Ebro debido a su inaguantable sed.