Justo Godofredo, natural de Almonacid de la Cuba, falleció ayer al mediodía. Las causas de su muerte todavía no están claras, pero podría haber sido por gritar demasiado fuerte la expresión que él mismo creó.

El anciano, que no tenía ningún problema de salud, estaba con sus amigos tomando algo en el bar La Plaza cuando vio a su amigo Alfredo, éste le gritó para llamarlo y no le escuchó. Fue entonces cuando decidió soltar un fuerte y sonoro “co”, pero su corazón no aguantó tanta energía y cayó fulminado.

La historia de un héroe anónimo

“Co” es una de las expresiones más entonada y conocida de Aragón, y a pesar de que en la actualidad está tomada por el público más joven y macarra, esta palabra tiene su origen hace casi un siglo y su creador fue Justo Godofredo.

“Él solo quería crear un término con el que todos los aragoneses pudieran llamarse y reconocerse entre sí”, explicaba el nieto de Justo. “Él ha muerto en paz y orgulloso de saber que el “co” ha traspasado fronteras”, añadía.

Todos los canis del mundo lloran la pérdida de su mentor

El próximo 10 de marzo, viernes, los canis de Aragón aunarán su pena y dolor en el cementerio del pueblo que lo vio nacer para despedir a Justo Godofredo, ídolo y figura de esta subcultura que introduce el co cada tres palabas.

“Es un día muy triste para todos, co, se nos ha ido un genio, co, pero, co, aquí no pasa nada, ¿sabes, no? Él no muere, co, porque el “co” es eterno, co”, explicaba El Jonah.