El alcalde de Zaragoza ha tomado la decisión de reemplazar los bolardos que hay por la ciudad por los testículos de los jugadores del equipo blanquillo.

La brillante actuación del Real Zaragoza en esta segunda vuelta de la Liga 123 ha convertido al equipo en el mejor de su categoría en este 2018, siendo un serio candidato para el ascenso directo. Su última victoria frente a la Sociedad Deportiva Huesca fue clave para que Pedro Santisteve viera en las zonas íntimas de los jugadores una herramienta para proteger la ciudad.

Los cojones del equipo, nuevo mobiliario urbano

La épica remontada del Real Zaragoza en la clasificación ha sido el motivo que ha convencido al pleno municipal de Zaragoza para proponer que los nuevos bolardos y maceteros que ocupan la ciudad sean los huevos de estos jugadores que se están dejando la piel en cada partido.

«Los bolardos actuales no tienen nada que ver con la fuerza, dureza y resistencia de los testículos de Borja Iglésias, Crístian Álvarez, Alberto Zapater o Íñigo Eguaras», comentaba uno de los concejales.

Más duros que el diamante

Los bolardos y pilonas que se dejan ver por las calles de Zaragoza están hechos de piedra y conglomerado, un material duro y consistente, pero bastante menos fuerte y resiste que el material del que están hechos los cojones de los jugadores y cuerpo técnico del Real Zaragoza.

«Es una cuestión de seguridad», declaraba el alcalde. «Si queremos fiarnos y estar tranquilos necesitamos trabajar con los mejores materiales, y ahora no hay elemento más fiable que las gónadas de nuestros jugadores», explicaba.