Una mujer de 32 años ha sido detenida por la Policía Local esta mañana por intentar agredir a un grupo de personas con una torrija.

El momento de la detención se ha producido sobre las 9 de la mañana, cuando la acusada pretendía atacar a varias personas que se encontraban en una marquesina de bus. La chica, que llevaba una bolsa con torrijas de hace tres días en una mano y otra torrija en la otra, empezó a amenazar a todo ese grupo con tirárselas. El motivo exacto no se conoce, pero se consideran varias teorías sobre el ataque.

«La torrijas», en prisión preventiva

La policía ha conseguido desbaratar el plan que esta mujer tenía: atentar contra un amplio número de personas que estaban esperando el autobús y lanzarles el mayor número de torrijas posibles, con el agravante que dichas torrijas llevaban varios días hechas, lo que las convertía en una auténtica arma blanca. Los testigos aseguran que la chica empezó a gritar cosas como «¿Por qué algo tan bueno engorda tanto?» y «esto va dirigido a todos aquellos que coméis y no engordáis».

«Entiendo los motivos de la mujer», explicaba un testigo. «Yo soy de esas personas que engordan por respirar y también me dan ganas de matar muchas veces», añadía.

La familia la notaba rara desde hace días

Una vez ha pasado a disposición judicial, la madre de la acusada ha declarado que llevaba varios días comportándose de manera «nerviosa» y que estaba «demasiado alterada». La familia, que nunca ha sido muy fanática de las procesiones, se empezó a extrañar cuando la mujer empezó a interesarse mucho por la Semana Santa y sus tradiciones.

«Todos sospechamos cuando empezó a decir que tenía ganas de Semana Santa y de torrijas», comentaba el padre. «Obligó a su abuela a que hiciera decenas y decenas de éstas, decía que las necesitaba para una cosa», apostillaba el padre entre lágrimas.