El pasado miércoles, decenas de personas se vieron obligadas a aguantar horas de espera para renovar sus abonos de transporte.

Ante tal avalancha de gente en busca de su nuevo abono, la oficina de Avanza Zaragoza ha podido organizarse en condiciones y se ha visto superada. Ante este improvisto caos, la empresa colocará camas para todas esas personas que a día de hoy sigan haciendo cola y así no perder su turno al día siguiente. También se les ofrecerá desayuno, almuerzo, comida, merienda y cena, además de un juego de toallas.

Las camas no lo arreglan todo

Después de casi una semana esperando en los alrededores de la oficina de Avanza Zaragoza, la impaciencia e indignación gobiernan a todos lo usuarios, que a pesar de agradecer las camas, no olvidan su enfado ni todo el tiempo que se les está haciendo perder. Tanto es el tiempo que están invirtiendo que hay gente que se está perdiendo la infancia de sus hijos.

«Ahora con las camas podremos descansar mejor, pero aún así la denuncia se llevan», declara el líder de la fila. «Es que esto no tiene nombre, el otro día, un grupo de jóvenes, al ver a tanta gente, se pensaron que esto era un botellón», añadía indignado.

Avanza Zaragoza y su inapropiado nombre

Las quejas, enfados y nervios no han dejado de cesar durante estos días. La gente no comprende cómo la gestión puede ser tan mala, pero más allá de eso, lo que más indigna a los usuarios es que algo que va tan lento se llame «Avanza».

«Esto es de risa, llevo dos días y medio y solo me he movido dos metros», explica Hortensia, usuaria del 38 y del 22. «Nos están vacilando. Cómo tienen las narices de llamarse Avanza cuando esto no se mueve ni para atrás», añade indignada mientras el resto le aplaude.