Un estudio desvela que los zaragozanos sienten palomas al enamorarse, no mariposas

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Un estudio desvela que los zaragozanos sienten palomas al enamorarse, y no mariposas

La ciencia demuestra que los maños, en vez de mariposas, son palomas las que revolotean en sus estómagos cuando se enamoran.

Un último estudio avalado por la Universidad de Massachusetts demuestra lo que muchos pensaban: las típicas mariposas que cualquier individuo siente cuando está nervioso o enamorado, son sustituidas por estas aves en el caso de haber nacido en la capital aragonesa.

Palomas sí, mariposas no

Esta especie animal, siempre en el punto de mira de los habitantes de Zaragoza, ha adquirido un nuevo papel. La Universidad de Massachusetts ha publicado que cuando un zaragozano o zaragozana está empezando una relación amorosa siente palomas revoloteando en su interior, y no mariposas como se pensaba antes.

El estudio se ha realizado con parejas de hasta 145 ciudades diferentes, y solo en el caso de los maños se ha podido notificar la aparición de palomas en el momento que el amor entre sí empezaba a hacer patente.

Zaragoza pide una revisión del estudio

La repulsión que procesan los habitantes de la ciudad por las palomas ha hecho que maños y mañas pidan que se repita esta investigación. «Suficiente asco me dan verlas, como para saber que pueden estar dentro de mí», explicaba una joven al enterarse de la noticia. «De ser cierto, prefiero aislarme para siempre sin enamorarme de nadie y vivir con mis gatos», añadía.

Desde Boston han querido tranquilizar a la gente de Zaragoza explicando que: «Se tratan de palomas de tamaño mucho menor al acostumbrado y no resultan tan repugnantes como las que se pueden observar a diario»

A pesar de la información dada por los encargados del estudio sobre el tipo de palomas, los zaragozanos admiten tener miedo a enamorarse y notar cómo las palomas anidan en sus estómagos o intentar salir para volar hasta la Plaza del Pilar.

 

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