Con sobrepeso y muy desmejorado, así ha vuelto a aparecer después de 50 días de confinamiento.
Omael, este personaje tan frecuente en la vida universitaria zaragozana, ha vuelto a ver la luz del sol para salir a su balcón y recitar el horóscopo a todos sus vecinos para alegrar lo que podrían ser los últimos días de estricta cuarentena. Lo que más ha llamado la atención es su aspecto físico actual, ha pasado de una delgadez extrema a un preocupante sobrepeso.
El horóscopo, la vía de escape de este ser de luz
Los vecinos de esta fascinante persona se han quedado de piedra al ver cómo salía Omael a primeras horas de la mañana para leer el horóscopo, hecho que ha sorprendido a sus vecinos porque llevaban sin noticias de él desde el inicio de esta situación. Muchos eran los rumores que corrían por el vecindario sobre su fallecimiento, pero hoy se ha encargado de desmentirlos saliendo por a su balcón a leer el horóscopo.
«A todos los que os preocupáis por mí; estoy bien, solo estaba preparando el nuevo horóscopo que vendrá después del coronavirus», explicaba. «Por cierto, tú, la del 2ºB, la capricornio, vigila a tu marido que tiene algo con la virgo del 7ºC. Se miran mucho cuando salen a aplaudir», avisaba.
Sin gente y sin bicicleta, Omael ha perdido aún más la cabeza
Lo que más ha sorprendido a los vecinos de Omael no ha sido esta primera lectura del horóscopo, sino su cambio físico en cuestión de semanas. Caracterizado por su delgadez, destaca ahora por su voluminoso cuerpo. Y él mismo se ha encargado de explicar dicho cambio.
«Los rumores dicen que me he comido a un géminis y dos piscis, pero nada de eso», confirmaba éste. «Sino que al no poder ir en bicicleta ni pasear, pues he seguido comiendo y me he puesto como un Buda», añade mientras se come dos fuets.
