Alumnos y antiguos estudiantes han dicho adiós a esta mítica sala de estudio que tantas penas y alegrías ha registrado.
Caídas de techos y restos, enormes grietas junto con la antigüedad de la propia facultad han sido algunos de los muchos motivos que han obligado a este pabellón a pasar a mejor vida para la construcción de uno nuevo en el que dar cobijo a nuevos estudiantes que busquen labrarse un futuro estudiando en sus futuras instalaciones. O acudir a ellas solo para fumar en las escaleras y hablar con amigos.
Sillas, apuntes, cascos o flexos para dar el último adiós
Durante los muchos años que la facultad ha estado a pleno rendimiento, decenas de miles de alumnos y alumnas han paseado por pasillos, salas de estudios o el zulo, es por eso que toda esta gente se ha acercado a lo que queda de ésta para despedirse de ella. Durante el homenaje, mucha gente ha dejado cascos de moto, bolsas de chuches o mochilas para honrar su memoria.
“Filo siempre estará en mi corazón”, decía El Panteras. “Han sido tantos momentos, tantas historias y tan pocos aprobados que solo puedo tener cariño y amor hacía esta sala”, añadía entre lágrimas.
El Ayuntamiento planea levantar un busto en conmemoración a la sala
“La gente, por mucho que diga de cómo estaba al final, amaba a ir a Filo”, comentaba el alcalde. “Es por eso que queremos dedicarla una estatua en forma de silla o mesa, aún estamos estudiándolo”, apostillaba.
Ante esta iniciativa, la ciudad de Zaragoza ha lanzado una iniciativa para que la nueva facultad pase a llamarse “¿Te sales a fumar y repasamos los apuntes fuera?”.