Paranormal, inexplicable, extraño o desesperante son algunos de los adjetivos que los usuarios de buses nocturnos de Zaragoza repiten cada fin de semana.

Ocurre todos los fines de semana: el futuro viajero llega a la parada cansado y con ganas de llegar a casa, llega a la parada y ‘»¿35 minutos? ¡Qué horror!» es su primera reacción. Pero cuando pasados 15 minutos de espera el contador no ha variado es que algo raro paso. Algo extraño.

«En ‘Stranger Things’ nos gusta centrarnos en cosas inexplicables y terroríficas. No podíamos dejar pasar la oportunidad»

Durante las últimas semanas se ha hablado mucho sobre las tramas en torno a las que girará el argumento de la segunda temporada de ‘Stranger Things’. La serie de Netflix, al parecer, barajaba distintas opciones. «Al principio pensamos hablar sobre la restauración del Ecce Homo de Borja o sobre las operaciones de cirugía estética de Belén Esteban… pero en cuando nos llegó la información sobre lo que pasaba en Zaragoza cada fin de semana con los buses no lo dudamos», explica Matt Duffer, uno de los guionistas de la serie.

Minutos que duran horas a causa de… ¿fuerzas del mal?

«Veremos a la pandilla de protagonistas de la primera temporada, que dejarán sus bicis de lado viéndose obligados a usar el transporte público de Zaragoza», comentaba Duffer, creador de la serie junto a su hermano. La serie, que se rodará en Los Ángeles para evitar los más que posibles retrasos de los buses zaragozanos al rodaje, incorporará los personajes de ‘Pedrico’, un joven maño que insistirá a sus amigos para dejar de lado el bus e ir en taxi cada dos minutos, y ‘Piluca’, una estudiante de magisterio que se dedicará a contrastar los tiempos del panel de la parada de bus y los de la aplicación de móvil. «Hemos querido reflejar un poco las vivencias de los auténticos usuarios de los buses», explicaba Matt Duffer. «Para nosotros son unos auténticos héroes».