Los dispositivos, que funcionarán desde la semana que viene, pretenden reducir el alto número de atropellos subacuáticos en las piscinas públicas.

El Gobierno de Aragón ha aprobado una normativa que obliga a la instalación de varios radares móviles de control de velocidad de nado en algunas de las piscinas municipales. La medida, que se ha hecho pública esta mañana, pretende reducir el número de atropellos subacuáticos así como poner orden a las carreras ilegales entre bañistas.

Multas para los imprudentes amantes de la velocidad

En los últimos meses el número de accidentes entre nadadores y bañistas ha aumentado peligrosamente. Así pues, las sanciones económicas de las multas oscilarán entre los 50 y los 150 euros, dependiendo de la gravedad del asunto. En la normativa se contempla también la posibilidad de conmutar la pena por trabajos para la comunidad. Recoger los residuos de la piscina infantil o echar crema por la espalda a las señoras de la zona de hamacas son algunos de los trabajos de la lista que se han hecho públicos…

Fin a las carreras ilegales en las piscinas

Son muchos los usuarios de las piscinas públicas aragonesas que se han quejado en las últimas temporadas de la moda de hacer carreras dentro del agua. Al parecer son muchos los jóvenes que compiten entre sí por ver quien es el más rápido de la piscina, todo ello sin cumplir con ninguna medida de seguridad y arriesgando la integridad física del resto de bañistas.

Si quieres oír más noticias como esta, no te pierdas nuestras intervenciones en Cadena Ser: