Una joven de 13 años representaba ‘El Árbol de Julia’ en el teatro cuando un operario ha irrumpido para talarle.
La ordenanza, proveniente del Ayuntamiento de Zaragoza, dictaminaba que no debía de quedar ningún árbol en pie, y a ser posible, una vez talados cimentasen la zona.
El ayuntamiento alega riesgo de caída
A la tala de árboles del Parque José Antonio Labordeta y la retirada de zonas verdes zonas como Salamero, Santa Engracia o Ibercaja de Sagasta, se le suma el anuncio por parte del Ayuntamiento de Zaragoza de cortar también al pequeño protagonista que daba nombre a la obra ‘El Árbol de Julia’, ¿El motivo? Poner en riesgo la seguridad de los asistentes al teatro.
«Esas hojas puntiagudas, esas viejas ramas y ese tronco no transmiten ningún tipo de seguridad», explicaba la Natalia Chueca. «Es que es imaginar que paso por debajo y caen sobre mí alguna de esas ramitas de papel maché y me da algo. Nada, nada. Cortad ya», añadía la alcaldesa.
Después de la tala, cemento
Como hemos podido ver en las últimas obras del centro de Zaragoza, el cemento ha obtenido un sorprendente papel protagónico. Y como no podía ser de otra manera, una vez este árbol haya sido talado, la zona deberá de ser cimentada.
Lo que antes era naturaleza, falsa; pero naturaleza, al fin y al cabo, pasará a ser una bonita capa gris de cemento que permitirá al teatro poder realizar un sinfín de obras o, si lo desean, una zona de parking en el que dejar patinetes eléctricos.
