La psicóloga, que responde a las iniciales A.T.B., daba como opción el hecho de no preocuparse porque «son Pilares».
La joven especialista ofrecía como tratamiento no darse mal debido a las fechas en las que nos encontramos: las Fiestas del Pilar, y de este modo, sus pacientes acababan pronto el servicio y ella llegaba a tiempo para disfrutar de la programación de las fiestas.
Pilares, una fiesta que cura
Problemas de pareja, con la familia, en el trabajo o cualquier dificultad en el día a día, esta psicóloga solo daba como opción una única solución: «no te rayes que son Pilares». Y tras la decimoséptima paciente a la que se lo aconsejaba, llegó la primera denuncia al COPPA, el Colegio Profesional de Psicología de Aragón, y con ella muchas más.
Debido a la gran cantidad de acusaciones que recibía A.T.B., el COPPA no hizo otra cosa más que expedientarla, condenándola impidiéndole ejercer como psicóloga durante dos años. «Lo que no se puede hacer es quitarte a los pacientes así porque sí, sin darles más ayudas», decía el Presidente. «Si por lo menos les hubiera invitado a un litro o a una patata rellena, aún se le hubiera rebajado la condena, pero así es inconcebible», añadía.
La psicóloga, arrepentida, pero no mucho
Debido a la repercusión de sus actos, la acusada no le ha quedado otra que acatar la sentencia y disculparse con los afectados, pero no sin antes intentar hacer al Colegio Profesional de Psicología de Aragón que Pilares es una fiesta sagrada que debería ser respetada por todos empresas y convenios.
«Tengo 28 años y llevo saliendo en las fiestas desde los 16, y este año no iba a ser menos. Además, esta frase ha curado más problemas que ninguna», comentaba la expedientada. «Por otro lado, lo siento por la parte que le toca a mis pacientes, pero me atrevo a decir que éstos salieron de mi consulta mejor de lo que entraron», apostillaba.
