La ola de violencia que vive actualmente el ocio nocturno zaragozano despierta las dudas entre sus usuarios.
La clausura de locales, el auge de las bandas criminales o un creciente aumento de las peleas a determinadas horas de la noche son algunos de los condicionantes que han hecho que la inseguridad entre los usuarios del ocio nocturno aumente.
Muchas dudas entre el público más joven
El incremento de la violencia en Zaragoza ha despertado cierto miedo entre las nuevas generaciones hasta tal punto que les hace replantearse cosas que antes nadie había hecho. El ejemplo más claro está directamente relacionado con el coste de las entradas o las copas en los establecimientos. «Mi hermano mayor me decía en este garito la copa ‘cuesta un ojo de la cara’ y ya no fui porque pensaba que me iban a atracar o alguna cosa peor», comentaba un joven.
Para que la tranquilidad reine entre el nuevo público, el ocio nocturno ha salido en defensa de su sector para apaciguar las aguas. «Para que la juventud no tenga problemas con esta frase, dejaremos las copas, chupitos y botellas a precios populares, así no habrá espacio para la confusión», declaraba el dueño de un bar.
Los dueños de bares y discotecas de Zaragoza dan las claves para erradicar la violencia
Más allá de grandes inversiones en equipos de seguridad y métodos de vigilancia tanto dentro como fuera de sus locales, los propietarios de éstos dan las claves para que sus usuarios eviten futuros problemas con la gente que merodea estos sitios para aprovecharse de ellos.
«Que se piten ronchan en la piel y tosan, haciendo ver que están contagiados con la viruela del mono, ese es nuestro primer consejo», explicaba. «Que repitan todo lo que dice su agresor, así lo aturdirá y pasará de él u otro consejo, también muy efectivo, que le lance sus propias heces, consiguiendo disuadirle», añadía otro propietario.
