La pastelería prepara la apertura de una tienda con un estilo de producto de diseño y de menor tamaño.
Bajo el nombre ‘Escaso’, Ascaso quiere poner de moda un tipo de repostería entre el público que le guste el dulce, pero tampoco mucho. Logrando que puedan probar su gran variedad, pero en menor cantidad, evitando que se atiborren de estos postres y concienciar de que un por poco de pastel y bollo no pasa nada.
Escaso, repostería a tamaño reducido
En una época en la que el ejercicio y la alimentación fit se está adueñando de la sociedad, Ascaso pretende apoyar el mundo de la repostería con un modelo de negocio minimalista y moderno, queriendo conseguir que sus dulces se consuman por todo el mundo cuyo lema sea «por un poquito no pasa nada».
A lo largo de su historia, los trabajadores y trabajadoras de Ascaso han escuchado infinidad de veces a sus clientes frases como: «uy, qué grande es, todo eso no me lo puede comer», «venga, por un día no pasa nada» o «todos los días comería pastel, pero mi dieta no me lo permite».
Frases como estas han servido para formar ‘Escaso’, una tienda con el mismo producto, pero en tamaño mucho más reducido para que la gente pueda consumir sin problemas sus productos. «Pasteles, bollos y demás dulces del tamaño de un Sugus, así la gente no se sentirá tan culpable de comer dulce», comentaba uno de los dueños.
Los nombres de los dulces, en diminutivo
Para dar mayor sensación de livianeza, los productos serán renombrados con diminutivos: Pastelito Ruso, panettonito o Frutitas de Aragón. Además, los que trabajen en Escaso deberán de cumplir un requisito, tener manos grandes para que el producto parezca aun más pequeño.
