Confirmado que el Auditorio de Zaragoza se llamará Princesa Leonor, se propondrá que una discoteca lleve el nombre de Froilán

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Confirmado que el Auditorio de Zaragoza se llamará Princesa Leonor, se propondrá que una discoteca lleve el nombre de Froilán

Una vez aceptado el nombre de Princesa Leonor para el Auditorio de Zaragoza, Froilán será el siguiente protagonista.

Aún por saber si será una nueva discoteca o una ya conocida de la noche zaragozana, Felipe Juan Froilán, cuarto en la línea de sucesión al trono español, tendrá su reconocimiento en la capital maña del mismo modo que lo ha tenido ya Felipe VI con su pabellón y, en los últimos días, la Princesa Leonor y su auditorio.

Ahora es el turno de Felipe Juan Froilán

Después de que PP y Vox apoyasen y aprobasen dar el nombre de la futura reina a Auditorio de Zaragoza, la alcaldesa; Natalia Chueca, en aras de seguir demostrando el amor y respeto que siente por la monarquía de nuestro país, propondrá en las próximas semanas que una de las discotecas de Zaragoza – aún por decidir – lleve el nombre de Felipe Juan Froilán, demostrando la buena relación que la ciudad posee con la Casa Real.

«Más de 30 años llevamos invocando a Felipe VI cada vez que vamos al pabellón que lleva su nombre. Ahora es el turno de la Princesa Leonor», así comenzaba su discurso Natalia Chueca haciendo ver la importancia de este cambio de nombre. «Y en unas semanas estaremos diciendo: «menudos cubatas ponen en la Discoteca Froilán» o «cómo nos lo pasamos en la «Felipe Juan Froilán»», añadía la alcaldesa haciendo ver que la discoteca del monarca estaba próxima.

Por decidir la localidad de la discoteca Froilán

Si la nueva Romareda trajo cola, la disposición de este ¿nuevo? Local, también lo hará. Aún está por ver si Froilán será de nueva construcción o será el nombre de un local ya conocido del ocio nocturno.

«La cosa está entre Kenbo, Mamanucca y Hïde. Si alguno de los tres locales ve con buenos ojos cambiar su nombre y llamarse ‘Discoteca Froilán’, no habrá necesidad de obra nueva», explicaba Chueca.

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