La familia tomó la decisión de celebrar el pregón en sus casa.
Lejos de pasarse un año sin lanzarse vino los unos a los otros o mancharse tirándose cubos llenos de sangría, los Flores Ramírez han visto con buenos ojos conmemorar este día en su casa siguiendo la tradición de ensuciarse con todo tipo de alcoholes de camino a la Plaza del Pilar hasta que da comienzo el pregón inaugural.
Mucho plástico y cinta aislante, lo esencial para este pregón
Cumpliendo las normas marcadas por el Gobierno, esta familia preparó su casa para poder celebrar su particular Pregón.
Mucho plástico cubriendo todas y cada una de las esquinas de la casa y todo completamente precintado para que ni una gota de calimocho ni sangría manche ningún mueble ni pared. «Llevo 38 años yendo ininterrumpidamente al Pregón», explicaba el padre. «A mí nada me ha hecho faltar en todo este tiempo, ni lo iba a hacer una pandemia mundial», apostillaba la madre mientras lanzaba sobre su hijo una botella de vino Don Simón por encima de la cabeza.
Interpeñas, vía Zoom
Fieles a su estilo, esta familia de peñistas ha creado un grupo de WhatsApp por el que comunicarse y hacer quedadas a través de Zoom con amigos, familiares y demás colegas peñistas, así estar pendientes y dejar claro cuando enfundarse su peto, tocinera, su pañuelo de su peña y abrirse un litro de cerveza mientras escuchan música desde casa.
«Sabemos que no será lo mismo, pero nuestro amor por estas fiestas nos impide no celebrarlas», decía. «Además, si se nos va de las manos la fiesta y manchamos la casa, ya tenemos ya iremos con el peto y la indumentaria necesaria para empezar a pintar la casa».
