Una veintena de nuevos Georgios Samarás han florecido esta mañana en el córner de La Romareda.
El estadio, que desde hace más de dos semanas no ha registrado ningún tipo de actividad deportiva, ha amanecido con un gran número de pequeños Samarás. Esto demuestra que la naturaleza se abre camino ante la falta del ser humano en las calles.
La ciencia no da crédito ante lo sucedido
Muchas han sido los vídeos en los que hemos podido observar como diferentes especies animales campan a sus anchas por las ciudades en busca de alimento, pero lo que no habíamos visto todavía es lo siguiente: el florecimiento de pequeños seres humanos.
Y es que es lo que se ha constatado esta mañana en el estadio de La Romareda, donde más de una docena de Samarás se han reproducido en aquella esquina del campo que tanto tiempo paso durante su paso por el Real Zaragoza. «La cuarentena nos está sirviendo para ver cosas que nunca pensamos que pasarían», comentaba uno de sus descubridores. «Por lo visto debieron de quedar resto del jugador en ese trozo del campo y ahora, entre la lluvia y el paso del tiempo han empezado generarse decenas como él», añadía.
De seguir creciendo Giorgios Samarás, el club se plantea cederlos y hacer negocio
El Director Deportivo del club ya ha puesto sus ojos en estos pequeños clones y la idea de éste es que, una vez pasada la cuarentena, ponerles a entrenar en solitario y ver hasta dónde puede llegar su calidad. De obtener buenos resultados en los entrenamientos, estos clones serían cedidos a diferentes clubes para comprobar su calidad en los terrenos de juego.
«Ojalá estos Giorgios no sirvan de ayuda», decía Lalo. «Lo interesante sería ver si una vez pasado el tiempo aparecen también copias de los Milito, Borja Iglesias o Ander Herrera», apostillaba ilusionado.
