Después de haber probado el ternasco de Aragón, un hombre chino se pregunta porque el guisante es una delicia en su país

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Después de haber probado el ternasco de Aragón, un hombre chino se pregunta porque el guisante es una delicia en su país

Huang Jian, una vez ha probado el ternasco, el jamón de Teruel y las migas, se pregunta por qué el guisante lo consideran una delicia.

Nacido en Chongqing, China, este joven viajero ha pasado este verano en Aragón recorriendo sus rincones y comiendo su gastronomía típica y a la conclusión a la que ha llegado es que no entiende como en su país pueden pensar que la tortilla francesa, el jamón cocido o el guisante están catalogados como delicia.

La comida le hizo abrir los ojos

Más de dos meses de travesía por todo Aragón es lo que ha hecho a este joven oriental replantearse lo que están haciendo bien y mal a lo que la gastronomía de su zona se refiere. Y es que una vez ha estado comiendo buen jamón, ternasco, borraja y demás platos aragoneses ha llegado a la conclusión de que en China están muy equivocados venerando a los guisantes o la tortilla francesa, entre otros.

«El arroz te lo paso, porque esta bueno y llena, pero lo que le echamos no tiene perdón», comentaba alucinado. «En mi ciudad de origen se le tiene un increíble respeto al guisante, casi casi son considerados dioses», explicaba.

Jian, perseguido en su propio país por sus declaraciones

Como el mismo explica, las ‘delicias’ de las que se compone este mítico plato chino son muy importantes para la inmensa mayoría de orientales, y criticarlas puede convertirse en un delito grave.

«Aquí me siento seguro diciendo que de ‘delicias’ no tienen nada, pero me da miedo lo que le pueda pasar a mi familia», decía Huang. «Mi intención es que el Gobierno de Aragón me escuche y mande un pack de sus mejores productos para que mi gente entre en razón y recapacite. La dictadura del guisante debe de acabar», finalizaba.

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