El Ayuntamiento de Zaragoza considera oportuno taparse la boca con el cachirulo hasta que se solucione el problema de las mascarillas.
La falta de material médico para subsanar la carencia de mascarillas, guantes y demás elementos necesarios para combatir el virus ha hecho que el alcalde de la capital de Aragón, Jorge Azcón, vea necesario que la gente que no cuente con mascarillas utilice el cachirulo como una mascarilla de urgencia hasta que éstas se repongan en farmacias y supermercados.
«Ponte el cachirulo y salva vidas»
Desde el ayuntamiento se ha visto con buenos ojos que la población maña adopte el pañuelo típico aragonés como una mascarilla improvisada hasta que haya más para todos, hasta entonces, todo aquel que deba de salir a la calle deberá salir con el cachirulo atado a la cara.
«Sabemos que no es lo mejor, pero es lo que hay», declaraba Azcón. «Además, en estos momentos tan duros nunca está demás poner un poco de color a nuestras vidas, y más si se trata del color de nuestra historía», añadía con orgullo.
Y a modo de EPI, el peto de Pilares
Tales son la falta de recursos actualmente, que el Gobierno de Aragón podría instaurar como medida preventiva que médicos, enfermeros y demás personal sanitario utilice su propio peto de las Fiestas del Pilar para su día a día en el hospital y centros médicos. Estas prendas han aguantado tanto que resultan inmunes al virus.
«Todo esto se pondría en marcha en el caso de que el material médico que necesitamos no llegase», explicaba uno de los miembros de la DGA. «Es más, recomendamos el uso del peto en el caso de que éste no esté lavado, que así seguro que el COVID-19 no se atreve con él», apostillaba.
