Las palomas que habitan la zona del Pilar continúan sin saber a dónde ha ido a parar la gente.
Acostumbradas a molestar y torturar a zaragozanas y zaragozanos constantemente, estas aves han perdido el rumbo y ya no saben qué más hacer ante esta situación que les está carcomiendo por dentro. Las dudas y la intranquilidad por la falta información ante tal acontecimiento está haciendo que éstas no sepan qué hacer ni de qué alimentarse.
Las palomas, las otras víctimas
Estos animales se están viendo afectados también por el COVID-19, y es que han perdido a su fuente de alimentación principal: la gente que se encargaba de lanzarles migas de pan en la Plaza del Pilar, por lo que están sufriendo a la hora de encontrar algo de comer.
Por lo poco que sabemos del exterior, las palomas podrían estar comiendo las pocas migas que encuentran por el suelo, colillas y demás restos de basura que éstas recolectan después de horas buscando. «Nosotros estamos mal, pero las pobres palomas están sufriendo un calvario», explicaba un ornitólogo.
De continuar así, las palomas podrían llegar a extinguirse
Una vez confirmado que la cuarentena durará hasta mediados de abril, los expertos han asegurado que estas aves habituales en Zaragoza podrían llegar a desaparecer ante la falta de personal que les lance migas de pan o derivados. Desde el Colegio de Ornitología de España han pedido un pequeño esfuerzo para que esto no suceda.
«Las palomas son nuestras amigas», decía el representante del Colegio. «Con que lancemos cada uno unas migas de pan desde nuestra ventana una vez al día, éstas podrán salvarse», explicaba.
