Jesús Fernández, alcalde de Novallas, no se explica el motivo que hace que el pueblo lleve tanto tiempo sin recibir turistas.

Desde hace décadas, Novallas ha preparado cientos de actividades atractivas y vistosas para que la gente venga a visitarlos, pero nunca se llegaron a lograr los objetivos iniciales. Más allá de todo el dinero invertido para dar a conocer Novallas, los habitantes de éste creen que el problema reside en el nombre del pueblo, dando lugar a la confusión.

“Novallas, pero sí. Ven, por favor”

El alcalde, que no termina de dar con la clave para aumentar el turismo en la zona, ha decidido contar con los novalleros y novalleras para ver si ellos conseguían saber qué hacer. Y, después de una larga reunión, uno joven del pueblo ha dado con la tecla; el problema está en el nombre del pueblo. “Parece una chorrada, pero que este pueblo se llame así ha hecho que perdamos miles y miles de euros”, comenta Jesús Fernández.

El joven que ha acertado con el problema que hacía que Novallas tuviera la tasa de turismo más baja de España, ha propuesto cambiar el nombre del pueblo por Novallas, pero sí. Ven, por favor.

El problema de un nombre mal puesto

Esta zona de la comarca de Tarazona y el Moncayo es un claro ejemplo de lo que ocurre cuando se elige mal un nombre a un pueblo. Como ha sido el caso de Guarromán en Andalucía o con Alcantarilla en Murcia.

En el caso de éste, los vecinos de Novallas han empezado una campaña para atraer a más gente al pueblo. “No hagas caso al nombre. Novallas es precioso, así que vente y disfruta de nuestro pueblo”, reza la campaña.