La fila de El Calamar Bravo, más larga que la del paro

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Las colas y los tiempos de espera más largos de Zaragoza vuelven a su lugar de origen, superando por primera vez en años a las concentraciones frente a las oficinas del INAEM.

Desde el inicio de la crisis que no se veía nada igual: las filas de las oficinas del paro ya no son las más largas de Zaragoza. El famoso bar-restaurante El Calamar Bravo ha recuperado la primera posición en lo que a hacer esperar a la gente se refiere. El Partido Popular, por su parte, se ha apresurado a hacer una lectura de la información como «un síntoma del fin de la crisis».

El Calamar Bravo, referente español de las esperas

A veces más, a veces menos. A veces para llevar y otras para tomar allí. El Calamar Bravo es, según algunos historiadores, el primer lugar donde la gente empezó a esperar. De hecho, debido al cambio de local, todavía hay un hombre esperando en la antigua dirección a ser atendido, sin hacer caso de las indicaciones para llegar al nuevo local. Él sigue creyendo que los dueños del establecimiento irán y abrirán, desconfiando de quienes le intentan ayudar por miedo a que lo que realmente pretendan sea quitarle el sitio. Así es como este local ha influido en la vida de los habitantes y visitantes de Zaragoza, acostumbrándoles a la espera y entrenándoles para prevenir cualquier distracción que pudiera dar pie a perder un puesto en la fila.

Mesa libre vs. Mostrador libre

Hasta ahora la preocupación de todo zaragozano era ser el más rápido en encontrar un mostrador libre en la oficina del paro, pero eso ya se acabó. Las filas aragonesas han vuelto a su origen, al lugar donde nacieron y del que, según los ciudadanos, nunca deberían haberse ido: El Calamar Bravo. «A mi ir a esperar al paro me daba rabia, pero aquí lo disfruto», declaraba a Errado de Aragón una clienta. «Es más mítico, más entrañable… Ya lo cambiaron de local y nos tuvimos que acostumbrar a este tan nuevo y tan espacioso, pero lo que no se puede consentir es venir y que haya una mesa libre a la primera», añadía emocionada. Pero no era la única persona que mostraba su alegría ante la vuelta de las filas interminables: «Con esto de la crisis  ya solo había que esperar en Pilares o el fin de semana. Pero ahora ya parece que nos vamos a tener que coger el bocadillo para llevar hasta un miércoles, ¡qué bien!», explicaba otro cliente asiduo.

¿Fin de la crisis?

El Partido Popular hace una lectura muy optimista de esta situación. Según han explicado a este medio el hecho «se trata de un clarísimo síntoma del fin de la crisis. Ahora vas al paro y hace eco». Por su parte la oposición remarca que «no se trata de que en la cola del paro haya menos gente, sino de que hay más en El Calamar Bravo». Diferentes lecturas pero con una misma conclusión: tocará evitar El Calamar Bravo en los días festivos.

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